De nuevo, un compositor sueco firma la canción ganadora, algo que se está haciendo constante y seña de un Festival de Eurovisión que rozó el límite de la perfección con actuaciones de gran nivel, entre las que es digno destacar a Pastora Soler o a Rona Nishliu. Pero sobre todo, la noche fue sueca, y la reina no fue otra que Loreen, que con esta victoria otorga a su país la quinta tras grandes victorias suecas como ocurrión con Waterloo en 1974. Un nuevo capítulo eurovisivo que cerramos hasta el próximo año, nunca mejor dicho, con euforia. ¡Muchas felicidades Loreen!
domingo, 27 de mayo de 2012
Loreen's Euphoria wins Eurovision
Era ya sabido desde hace mucho la multitud de posibilidades con las que contaba Loreen, cantante sueca de origen bereber que, finalmente, anoche ganó en Bakú la Gran Final de la 57 edición del Festival de Eurovisión para su país, Suecia, obteniendo nada más y nada menos que 372 puntos. Una puesta en escena singular, unos efectos de cámara extraordinarios, y lo que es más, un podería vocal de diez y una canción pegadiza y muy potente en escena. ¿El resultado? Una victoria que no ha pasado desapercibida, y que con sus 372 puntos, una cifra astronómica en relación al certamen, ha estado a punto de igualar el record que ya superó Alexander Rybak (387 puntos) en Moscú, 2009.
De nuevo, un compositor sueco firma la canción ganadora, algo que se está haciendo constante y seña de un Festival de Eurovisión que rozó el límite de la perfección con actuaciones de gran nivel, entre las que es digno destacar a Pastora Soler o a Rona Nishliu. Pero sobre todo, la noche fue sueca, y la reina no fue otra que Loreen, que con esta victoria otorga a su país la quinta tras grandes victorias suecas como ocurrión con Waterloo en 1974. Un nuevo capítulo eurovisivo que cerramos hasta el próximo año, nunca mejor dicho, con euforia. ¡Muchas felicidades Loreen!
De nuevo, un compositor sueco firma la canción ganadora, algo que se está haciendo constante y seña de un Festival de Eurovisión que rozó el límite de la perfección con actuaciones de gran nivel, entre las que es digno destacar a Pastora Soler o a Rona Nishliu. Pero sobre todo, la noche fue sueca, y la reina no fue otra que Loreen, que con esta victoria otorga a su país la quinta tras grandes victorias suecas como ocurrión con Waterloo en 1974. Un nuevo capítulo eurovisivo que cerramos hasta el próximo año, nunca mejor dicho, con euforia. ¡Muchas felicidades Loreen!