martes, 28 de febrero de 2012

Recomendaciones para una Tarde de Lluvia: The King's Speech (cap. 5)


<<Cuando su país necesitaba a un líder, cuando el pueblo necesitaba una voz, un hombre corriente le ayudó a encontrar el valor>>
El Discurso del Rey es todo un alarde, en primer lugar, de originalidad, y en segundo, de profesionalidad. La historia de un monarca tartamudo que en tiempos de profunda crisis superó sus propios miedos para guiar a su pueblo. Una película brillante, sublime según la critica, que valió el Oscar a su protagonista, Colin Firth (Jorge VI) así como la estatuilla en tres categorías más (incluyendo mejor película y mejor director) de un total de 12 nominaciones, así como un éxito notorio y contundente en los Globos de Oro y los Bafta británicos. La producción británica más importante y galardonada de los últimos tiempos, todo un elogio al cine.
 La pelicula la abre el Rey, durante un discurso que es incapaz de finalizar por su corta elocuencia verbal. Jorge VI aún no es monarca, pero su cargo requiere de un enorme poder de oratoria. Ha sido tratado por muchos diferentes profesionales, pero ninguno de ellos ha conseguido acabar con su problema. Por ello, su esposa decida acudir a un exitoso terapeuta del habla afincado en Londres, Lionel Logue, reconocido por usar métodos poco ortodoxos o corrientes. 

Bertie (es así como llaman coloquialmente y en el ambiente familiar a Jorge VI) casi descarta la efectividad del tratamiento, pero poco a poco entabla amistad con su terapeuta, lo cual le ayuda a afianzarse en su papel. En 1936, su padre Jorge V fallece en Balmoral, por lo que su hermano David, coronado como Eduardo III se convierte en rey de Inglaterra. Sin embargo, David no ha nacido para reinar: no tiene un profundo sentido del deber como Bertie, y permanece de forma pasiva ante la actitud burlesca y ofensiva de la Alemania nazi. Por ello, es la hora de Bertie, quien accede a ocupar el trono británico. 
 Antes de su coronación, transcurre unos de los momentos de mayor trascendencia. En una discusión entre terapeuta y Bertie, el Dr. Logue se sienta en la silla de San Eduardo y ridiculiza su simbolismo, lo que provoca la cólera de Bertie: ¿por qué iba a perder el tiempo escuchándole? - replica Logue, a lo que responde Bertie -Porque tengo voz-, -Sí, la tiene-.
 Así fue como Bertie supo que si quería hacerlo podía, y que no existía impedimento que le impidiese dirigir a su pueblo con su gran voz. Pero la declaración de guerra a Alemania en 1939 bajo consejo del primer ministro Winston Churchil (Timothy Spall), requieren de un contundente discurso por parte de Jorge VI que convenzan a la nación y al mundo, y que la tranquilicen. El rey ha de mostrar su liderazgo, y su voz es, de nuevo, un elemento clave para su consecución.
 En Buckingham Palace, Logue y Bertie preparan el que sin duda fue el mayor y más costoso, pero reconfortante, discurso de la historia. Un historia de superación, de confrontación, y de esperanza. Una entrañable relación y una inmensa producción cinematográfica, que convierten una tarde de lluvia, en la mejor tarde que se puede tener.

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