Esta entrada se la dedico a sus jardines, el rincón más apacible de Viena. Dado que la entrada al recinto es pública, muchos vieneses de todas las edades se reúnen en Schönbrunn para tomar el sol, el aire, para hacer un poco de footing, andar, o simplemente para pasar la tarde. A ello se le suman los miles de turistas que diariamente visitan el palacio, atraídos por su encanto y su gran fama.
Aquí os dejo una serie de instantáneas que tomé por aquellos jardines a los cuales espero regresar algún día :)