miércoles, 30 de mayo de 2012

Two Great Ballads for a Singular Night

La noche del 26 de Mayo se convirtió, como todos saben, en la fiesta de la música a nivel europeo, y si me lo permiten, también a nivel mundial. Pero de entre tanta canción, tanto pop y tanto dance, destacaron dos piezas, por su sencillez, por su marcado carácter melancólico, y por unas melodías trabajadas y evocadoras como nada en este mundo. Hablo de los representantes de Serbia y Bosnia-Herzegovina, quienes representaron a sus países inundando el fabuloso Baku Crystal Hall con una marea de magia y recuerdos.


Maya Sar, la representante bosnia, interpretó el tema 'Korake Ti Znam', en español 'Conozco tus pasos'. Sobre el escenario, un espectacular piano de cola negro, sobre el cual la artista plasmó su balada. Un arreglo instrumental probablemente de diez, una voz muy pulida y una afianción bastante conseguida hiciron las delicias de un público entusiasmado que disfrutó al máximo de esta actuación. Desafortunadamente, la representante bosnia, que actuó en quinta posición, no fue capaz de superar la plaza número 18, con 55 puntos, algo que no se correspondió con su genial y magistral interpretación.


 Por su parte, Serbia se coló en un magnífico top 3 de la mano de uno de sus cantantes más internacionales, que además cuenta con una dilatada experiencia eurovisiva. Les hablo de Zeljko Joksimovic, representante de Serbia en 2004, y compositor de las canciones que representaron a Bosnia-Herzegovina en 2006 y finalmente Serbia en 2008, año en el que también presentó la gala. Zeljko, como ya podéis apreciar, es un compositor, cantante, presentador, y todo lo que se le venga encima, muy versátil. De hecho, incluso es capaz de tocar decenas de instrumentos diferentes. Su interpretación de 'Nije Ljubav Stvar' (El amor no es un objeto) fue de las más ovacionadas, y merecidamente, obtuvo una magnífica tercera posición, sólo tras Suecia y Rusia. A decir verdad, he de confesar que uno de los cuatro votos que emití fue para él, dadas las características de su interpretación y lo afinado que sonó el fabuloso tema allá al borde de las aguas del Caspio. En fin, todo fue sensacional.